Después de oir casi por casualidad uno de sus temas en un vídeo, busqué referencias de esta banda y me encontré con una definición que ellos mismos hicieron a The Guardian: ‘Bee Gees on diazepam‘. ‘¿De qué narices estamos hablando?‘, me pregunté. Pues bien, me puse a escuchar el disco y hablamos de un irlandés, una noruega y un brasileño, que aunque parezca que estoy arrancándome con un chiste -no os daré ese gusto todavía amigos- forman All We Are.
A golpe de falsete y bajo se mueve la coctelera de este trío ‘noruebrasirlandés’ donde se mezclan un montón de géneros musicales. Se mueve la coctelera pero despacito, no os penséis. La base dream-pop sobre la que tocan nos evoca a unas cuantas bandas. No vamos a enumerar a qué suenan porque seguramente les haya llovido ya un buen puñado de comparaciones. Nos quedamos con la mencionada en The Guardian por ellos mismos.
Me gusta mucho la apertura que hacen con una intro que le queda como un guante al primer tema ‘Ebb/Flow’. Digamos que los singles que ya habían dado alguna que otra vuelta desde que en 2013 comenzaran a sonar en UK, son la columna vertebral de este primer trabajo. Hablamos de los ‘I Wear You’, ‘Feel Safe’ y ‘Go’. Tres piezas fundamentales que hacen funcionar el disco.
No me olvido del ritmo que pone ‘Honey’, la atmósfera que crean con ‘Utmost Good’ o la esencia de su sonido que encontramos en temas como ‘Keep Me Alive’ o ‘Stone’.
Escrito y grabado entre Gales, Noruega y Liverpool, el disco acaba de ver la luz tras un par de años sonando con fuerza y grandes expectativas. En la producción del álbum está Dan Carey, un tipo que ya ha puesto su sello a trabajos de Bat For Lashes, Franz Ferdinand o Hot Chip. Vaya, que All We Are no se estrenan de la mano de cualquiera. Una producción fuerte para un trabajo que suena bien y una banda que tiene claro a qué quiere sonar. Ahora queda por saber si no se les ha ido la mano con la dosis de diazepam.
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